¡Yo no sé qué te pasa con mis tetas papi!




Pues lo que le pasa al padrastro de esta colegiala con sus tetas es que son una auténtica delicia y es imposible resistirse a chuparlas y a lamerlas hasta desgastarle los pezones. Encima es que la cerdita nunca lleva sujetador y claro, siempre va marcando todo y provocando al personal. Al final el viejo no se pudo controlar y un día que se quedaron solos en casa salió el puto cerdo depravado sexual que todo hombre lleva dentro. Ella no las tenía todas consigo y ponía unas caras raras, pero no tardó en comprobar que su papi sólo le iba a dar alegrías…

categorias:
publicado:

textoinferior