Tetona alemana se lía con el repartidor de pizza




No creo que esta noche a este repartidor le vaya a importar tener que pagar las pizzas que no va a poder entregar. Porque, a cambio, va a tener en su boca el coño gordo de esta madura alemana, y va a enterrar su polla en sus grandes tetas. La tía es todo un banquete, y nada más abrirle la puerta en salto de cama, supo que era una zorra caliente. Pero no pensó que hubiera pedido una pizza porque quería echar un polvo, era mejor que llamar a un gigoló. Y a él la propina, en forma de corrida facial, le supo totalmente a gloria.

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