Su hijastra tenía mucha curiosidad por el sexo anal




Dicen que la curiosidad mató al gato y en este caso tranquilos que no murió nadie, pero esta preciosa jovencita al fin supo lo que se siente cuando un hombre se la mete por el culo a una mujer. Estaba loca por probar el sexo anal y como no tenía novio el único referente masculino que tenía en mente era su padrastro. Un buen día se armó de valor y entró desnuda en su habitación con cara de corderito degollado preguntándole si él podía enseñarle a tener sexo por «el otro agujero». El hombre estaba absorto en su lectura y aquello le pilló de imprevisto, pero por suerte supo reaccionar rápidamente no fuera a ser que esa pequeña zorrita de 22 años se arrepintiera.

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