Se deja follar para conseguir el trabajo




De seguro, en su trabajo como reponedora en esta tienda no creo que sea necesario tener habilidades para el sexo gratis, pero… nunca se sabe en estos tiempo. La precariedad laboral es tal, que  nunca está de más saber cómo comerse una polla de manera adecuada, ¿verdad? Y esta jovencita negra lo ha entendido muy bien.

Gracias a sus pocos escrúpulos, ha acabado por hacerse con el puesto vacante, sólo porque fue la única que accedio a acostarse con el encargado. Desde luego, ambos están totalmente fuera de ética, pero en fin… ¡pedazo de polvo el que han disfrutado!

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