Queda con la camarera del hotel antes de irse




El inquilino de la suite ya le había echado el ojo a la kelly del hotel que limpiaba su habitación. Era difícil no hacerlo, pues era una latina culona y atractiva, con tetas grandes a punto de reventar su bata de trabajo. Decidió que le tiraría los tejos, y así podría terminar este viaje de trabajo follando a una tía buena, el final perfecto. No le ofreció dinero, pues no quería que pensara que la trataba como a una puta; pero, si follaba bien, le dejaría una buena propina. La invitó a la misma habitación que iba a desalojar, y ella llegó con medias de red bajo la bata, y nada más. No tuvieron que hacer mucho más para calentar el ambiente, puso a la camarera a cuatro patas, y a encularla hasta correrse.

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