Poniendo a la sirvienta a cuatro patas




El jefe de esta sirvienta latina es un sinvergüenza y ha llegado un punto en el que le suda la polla literalmente ponerse a cascarse una paja sabiendo que en cualquier momento puede entrar su empleada en su cuarto. La verdad es que da la sensación de que no es la primera vez que esa zorrita lo pilla con la verga en la mano porque apenas reaccionó, al menos al principio, pero cuando se sentó en su cama y empezaron a hablar quedaba claro que esa chica no es que fuera una viciosa, es que lo era aún más que su propio jefe.

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