Pillada tocándose en la cocina por su hijastro




La realidad es que el hijastro de esta potente madurita tiene prácticamente su misma edad y es que ella hace años que tiene una relación con su padre, un tipo bastante más mayor que ella que como pareja no pegan ni con cola. El caso es que como suele suceder ella se ha cansado del viejo y tiene que cubrir unas necesidades fisiológicas y sexuales como cualquier mujer de treinta y tantos años. Eso la lleva a masturbarse más de la cuenta, demasiado, pero esta vez su hijastro la pilló en la cocina mamando un plátano y tocándose el coño.

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