Orgía con un par de monjas pervertidas




Es que eso del celibato no es una cosa fácil de llevar, y mucho menos si resulta que entran en el monasterio unas monjas como estas. En menos que canta un gallo, se han confesado por masturbarse en sus celdas, y cuando los sacerdotes les han puesto como penitencia el tener sexo gratis con ellos, no lo han dudado. Claramente son unas tias cachondas que andan más calientes que monas, y en lo que respecta a los curas… bueno, también pueden confesarse por follar como descosidos, ¿no? Claramente, este cuarteto porno tiene todas las papeletas para ir al infierno por el pecado de lujuria, claro está.

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