Oh, señor alcalde, ¿cómo puedo quitarle el estrés?




El escándalo de aquella becaria que hizo una mamada bajo la mesa al presidente del país más poderoso del mundo creó escuela, ¿no crees? Bueno, estos dos no llegan a ser tan poderosos, pero eso no importa. Por mucho que el tío cachas sea solo el alcalde de su ciudad, eso no quita que esté en una posición de poder. Y su asistente tetona no puede resistirse al morbo de ser su amante en la oficina, aunque lo disfrace de profesionalidad. A ella le pagan para hacerle la vida más fácil y agradable a su jefe, ¿no es así? Pues ella lo pone todo de su parte; y bien que le agradece el tío que se abra de piernas, le ofrezca su coño caliente y se trague su lefa.

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