No pudo resistirse a la polla del masajista




Ni a la polla ni a las manos, esta jovencita latina no pudo resistirse a ese tío porque sin duda era un puto maestro del masaje y conocía a la perfección hasta el último rincón del cuerpo femenino. Siempre hemos dicho que una de nuestras profesiones frustradas era la de masajista porque nos gustan tanto los cuerpos femeninos que seríamos realmente felices. Está claro que es  un trabajo como otro cualquiera y al final lo haces por inercia, pero lo que es seguro es que más de un masajista acabara echando un polvo con algunas de sus clientes. Si tienes la suerte de que tiene 20 añitos y está tan buena como esta chica, habrás triunfado a base de bien.

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