Mi vecina se ha vuelto loca




Yo sabía que la mujer de mi vecino era bastante guarra porque en el barrio habían habladurías de que cada dos por tres estaba con un tío diferente que no era su marido. Obviamente a mi me encantaba y me había hecho mil pajas pensando en ella, pero nunca se me pasó por la cabeza que en algún momento ella se fijaría en mi. El otro día estaba en el garaje arreglando unos trastos cuando de repente noté una presencia y, cuando me giré, allí estaba ella con unos leggins ajustados que le marcaban todo el coño y enseñándome las tetas. Yo me puse muy nervioso y le dije que no estaba interesado por los nervios, pero esa zorra no estaba dispuesta a dejarme ir así como así.

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