Mi mujer le toca las teclas al profesor de piano




Poco podía imaginar yo que, mientras el profesor de piano intentaba enseñarle a tocar el instrumento, ella se mostraba lo bien que sabía tocar el suyo. Me extrañó que a estas alturas estuviera interesada en tocar el piano; pero como quería que estuviera entretenida en casa y no en plan maruja de compras y zorreando con amigas, estuve de acuerdo. Fue ella quién me habló de este tío, que varias de sus conocidas lo tenían como profesor, y que habían adelantado mucho. Los cojones, según nos enteramos después el grupo de maridos cornudos que habíamos formado. La primera esposa que pensó en dar clases de piano fue infiel con el profesor; y luego corrió el rumor entre las otras putas que era un follador de primera. Así se lo fueron pasando unas a otras, aunque estoy seguro que la mía fue la mejor a la hora de hacer mamadas.

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