Mi madrastra no entiende las facturas, ¡pero cómo folla!




Cuando llegó a casa de la universidad, vio a su preciosa madrastra liada con los papeles de la declaración de la Renta, y a punto de llorar. La mujer mayor parecía agobiada, y él quiso animarla, porque además su padre iba a estar varios días de viaje. Se acercó a ella y la abrazó, y cuando sus tetas rozaron su pecho, sintió sus pezones duro. La reacción fue instantánea, su polla empalmada buscó el hueco de las piernas de la madrastra de forma instintiva. E incluso con la ropa puesta sintió su coño caliente, estaba claro que la puta madura estaba muy necesitada. Así fue como le dio un profundo consuelo, tanto como su verga pudo entrar en su coño y correrse dentro.

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