Me metí en la ducha con la mujer de Juan




Seguramente después de esto mi socio y colega no quiera volver a verme; pero yo me voy a llevar un polvo alucinante con su esposa infiel. Que conste que no fue algo planeado, pero cuando me dejó esperando en casa y supe que su mujer estaba en la ducha, no pude evitar ir a echar un ojo. Sí, me convertí en un cerdo voyeur; y solo ver a la madura desnuda, mi polla se puso dura como una piedra. Las folladas en la ducha son un clásico, y a mí me encantó disfrutar de una con esta latina culona. Luego acabamos en la cama, dándole al tema con algo de prisa, por si nos pillaba el marido cornudo.

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