Me follé a una stripper que me comió todo el culo




Siempre es sorprendente ver cómo las bailarinas eróticas se pueden convertir en las putas más calientes en un par de minutos, aunque luego les moleste oírlo. Bueno, de acuerdo, no todos las strippers son unas zorras cachondas, pero en el caso de esta rusa veinteañera es realmente así. Y lo demuestra en cuando le echa una mirada codiciosa al paquete de su amante, deseando quitarle los calzoncillos y sentir esa polla en su boca y en su coño. Pero no termina ahí la cosa, hoy está realmente inspirada, y piensa darse un tratamiento especial a este tío chupándole el ojete e intentado encontrar su punto G.

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