Marido cornudo se consuela con la mujer de su amigo




Ya existía el famoso dicho «Donde las dan, las toman»; pero, en el caso de este hombre maduro, la cosa se ha dado al revés. Ha venido a contarle a la mujer de su amigo, que también es una buena amiga, que su esposa infiel le ha puesto los cuernos con cuantos tíos le ha dado la gana. Buscaba un poco de consuelo, nada más, pero cuando miraba a la madurita latina que tenía enfrente, no podía más que pensar en que era una tia buena de primera. Mientras hablaba, empezaba a calentarse pensando en qué se sentiría al sentir esa boca rodeando su polla enorme; y qué gusto meterse esos gordos pezones en la boca. Vamos, que no tardó nada en hacer de la preciosa mujer otra esposa infiel.

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