La mujer de mi socio es una zorra viciosa




Fíate tú de las tías con cara de inocentes, y tendrás una crisis no solo vital sino también laboral, como le pasó a este hombre. Esperaba a su socio en su casa, y allí fue recibido por su mujer. Era una guapa madurita, no lo negaba, y que además estaba bastante maciza. Sin embargo, a pesar de eso, nunca la miró con ojos de lujuria, quería respetar a su socio y amigo; aunque más le valdría haberlo hecho, se hubiera dado el gusto mucho antes. La casada se acercó a él mientras esperaba en el sofá; pensando que le ofrecería un café, o una cerveza. Pero la muy zorra le ofreció directamente su coño. Al parecer estaba muy cachonda, y serle infiel al marido era lo mejor.

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