Hijo, la tienes muy dura, ¿necesitas ayuda?




Imagínate la vergüenza que debe pasar a este chico cada vez que se empalma al ver a su sexy madrastra… ¡Se pasa el día con la polla dura como una piedra! Lo peor de eso es que la guapa madurita se ha dado cuenta, y le ha gustado bastante a la muy zorra. Sin embargo, ha querido tener mano izquierda, no quería espantar a su hijastro pues estaba bastante interesada en tener a su disposición ese rabo. Así que fue de coleguita, preocupada por su empalmada que ya le duraba mucho tiempo, ¿acaso le dolía? Pero ni siquiera lo dejó contestar, se metió su verga en la boca, y el chico ya no pudo pensar más que en follarse el coño de su madrastra.

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