Follando las tetas a la mujer de su amigo




Había dos cosas que se podía decir del mejor amigo de este tío. Una, que era un tío de puta madre y generoso al máximo; y dos, que estaba casado con una tia buena de primera. Dejando esas dos cosas atrás, hay otras que podían señalarse, como el buen anfitrión que era él, y lo puta caliente que era ella. Así, al quedarse de invitado en la casa de su colega, se encontró con la visita de la esposa tetona, que claramente buscada un polvo infiel. Y sin saber si eso era uno de los servicios de buen anfitrión, decidió no dejar a la señora sin una buena follada y corrida.

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