Doctor, estaré encantada de ser su enfermera…




Desde que le echó la vista encima a la aspirante ser su auxiliar de enfermería, a este médico ya se le veía que no estaba pensando en su currículo. Porque no podía dejar de mirarle las tetazas, que la enfermera latina tenía muy bien puestas, la verdad. Por primera vez, iba a coger una asistente no pensando en lo bien que cuidaría a los pacientes, ni en sus conocimientos médicos. Y por primera vez, iba a follar a una aspirante laboral; no podía resistirse a ella, la preciosa mujer lo tenía encantado. Mientras la follaba contra la mesa del consultorio, no podía dejar de imaginarla en los descansos; con la falda levantada o con su polla en la boca.

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