Dándole a mamá un masaje vaginal, hum…




Para este chico, la convivencia con esta tía buena que es su madrastra se está convirtiendo en un verdadero infierno de unos años para acá. La desea, bebe los vientos por ella, y se pasa medio día empalmada pensando nada más que en poder follar con ella. Y encima la relación familiar es perfecta, ella es más que una segunda madre, es una amiga. Por eso, cuando la escuchó quejarse de dolor en los pies tras haber pasado varias horas de compras, no pudo evitar ofrecerse a darle un masaje. Empezó por los dedos de los pies para ir llegando a sus gemelos, cuando vio que la madrastra abría las piernas. Joder, la muy zorra no llevaba bragas, así que vio su coño peludo y mojado, y supo que hoy sería su día de suerte. Qué ganas de poder meter su polla dura dentro de esa vagina caliente y empapada…

categorias:
publicado:

textoinferior